Lo malo
Todos lo que te conocen esperan poder verte con alguien del brazo.
Tu familia te cuestiona muy seguido (tan casual y des preocupadamente como pueden) si has estado o no saliendo con algún prospecto mientras que tus amigos por su parte, se esfuerzan mucho en ver si acaso pueden encontrar algo para ti. Al cabo, tu inexistente vida amorosa parece un hábitat desocupado en el zoológico ante el que la gente tiene la necesidad de echar un ojo cada cierto tiempo para ver si ya colocaron dentro a una pareja de osos panda.
Tienes buenos consejos en cuanto a relaciones para tus amigos pero ellos siempre te ignoran.
Lo que pasa es que discretamente menosprecian tus opiniones en materia de amor y relaciones porque básicamente, nunca has estado en una relación, así que ¿Tú que diablos podrías saber?
Eso es completamente odioso, porque tú quieres ayudarlos durante sus crisis personales pero de veras terminas creyendo que no puedes hacerlo. Eso te pasa por ser soltero(a) permanente.
Lo feo
Hay parejas por doquier que además, constantemente te recuerdan que estás solo.
Y entonces descubres que hay fuertes sentimientos de tristeza y desdén burbujeando en tu sangre. Desdén, porque piensas: ¿De verdad creen que es necesario restregar su estúpida felicidad en las caras de todos? Y tristeza, porque hacen que descubras que no tienes lo que ellos tienen y que de verdad, quisieras tener un poco de eso.
Ver este tipo de parejas hace que estés más consiente de tu soltería y también que de repente, ser soltero no parezca divertido ni cool, si no que implique que estarás solo permanentemente.
Ni siquiera tienes tiempo de ponerte celoso de los intentos fallidos de tus amigos de salir con alguien.
Puede que constantemente escuches a tus amigos hablar sobre sus embarazosos intentos por tener una cita. Te sientes mal por ellos pero considerando que tú ni siquiera puedes encontrar a alguien con quien hacer el intento, piensas que algo deben estar haciendo muy bien.
Cuando eres uno de esos solteros permanentes, definitivamente llegarás a un momento en el que te preguntarás si acaso habrá algo malo en ti.
Pero lo que es peor es que cuando materialices esta pregunta, la gente alrededor se apresurará a decirte “¡Claro que no! Lo que sucede es que la gente se intimida ante alguien tan inteligente, atractivo, divertido, maduro, seguro…” y cualquier otro cumplido que se te ocurra.
Y eso es horrible, porque aunque se agradezca, eso no es ciertamente lo que quieres oír. Eso te hace sentir como brownie vegano en medio de una venta de voluptuosa repostería francesa: Todo el mundo sabe que eres bueno para ellos pero la verdad es que nadie te quiere llevar a casa.
Lo bueno
Puedes tomar grandes decisiones sin preocuparte por tu pareja.
De modo que si quieres empacar e irte de la ciudad ahora mismo, es porque eres tú la única persona que necesita y quiere darse un tiempo. Así también, si quieres mudarte a otro sitio, no estarás preocupado (a) por alterar el ritmo de vida de otra persona.
En este sentido, puedes hacer cambios grandes e importantes, explorar el mundo y andar el camino a tu paso. Al estar soltero(a) en realidad tienes un mundo de oportunidades frente a ti de las que podrás tomar las que quieras en el momento que se te antoje.
Eres capaz de descubrir quién eres sin perderte en lo que es alguien más.
Al estar solo(a) no estarás dando forma a tu identidad a través de otra persona. Entonces podrás hacer tus propios amigos, dedicarte a tus propios intereses y darle moldear tu propio futuro.
Podrás desarrollar un buen sentido de la persona que eres para saber qué es lo que quieres. También sabrás bien qué es lo que necesitas y entonces te habrás formado de una manera totalmente independiente.
Cuando llegue el momento, si es que conoces a alguien, serás una persona madura que sabrá bien cómo manejar todo ese asunto, además estarás seguro de que aunque se oye genial unirse en matrimonio a otra persona no estarás perdido en el limbo si no sucede o si llegado el momento, no funciona.
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